Saturday, August 4, 2012

El famoso superávit que Bill Clinton nos dejó


El famoso superávit que Bill Clinton nos dejó

Por María Argelia Vizcaíno

Escritora y periodista del condado Palm Beach, FL




Las personas que no vivieron la administración de Bill Clinton y se guían por lo que informa la prensa liberal al parecer no saben nada de lo ocurrido entre 1993 al 2000. A muchos que no tuvieron pérdidas económicas, tampoco les importó como logró el famoso “superávit”, pero yo que tuve que lidiar con padres y suegros viejos y enfermos aún no olvido los terribles recortes al Medicare de que fueron víctimas, y de aquel hostigamiento y casi obligatoriedad de que si no eran ciudadanos americanos perderían todos los beneficios, que los llevó a un gasto extra de dinero que no tenían, a estudiar después de haber sobrepasado la tercera edad, para adquirir la ciudadanía, sin contar tener que verlos como se alteraba su estado de nervios, muy peligroso para su edad.



El primer superávit que Bill Clinton anunció fue en 1998 que supuestamente no se había visto en las cuentas federales en tres décadas. Dice la nota de www.cidob.org/es/documentacion que el año terminó con un montante del 0,9% del PIB y en 1999 le fue mucho mejor, con el 1,3%, con un excedente histórico de 124.000 millones de dólares, lo que es un gran promedio si tenemos en cuenta que en 1992 el déficit había sido de 290.000 millones (principalmente por la guerra del Golfo y los recortes fiscales de Reagan).



Los números suenan bonitos pero ¿a qué costo tuvieron un superávit? En su primer discurso sobre el estado de la unión, el 17 de febrero de 1993, Bill Clinton anunció que subirían los impuestos, algo que jamás dijo durante la campaña electoral y que tanto le criticaron a Bush padre. También anunció recortes amplios en el gasto público, especialmente a los más indefensos, los de la tercera edad, los retirados, y los incapacitados (no olvido lo difícil que era en esos años conseguir un médico que aceptara Medicare porque pagaban muy poco o no pagaban, y cuantos niños se quedaron sin cobertura médica). También subió los intereses de los préstamos estudiantiles (que por fortuna George W. Bush los bajó inmediatamente y también recién llegado al poder aprobó un paquete de ayuda y servicio médico para los niños e incapacitados que Clinton les había cortado). Decía Clinton que era necesario para obtener fondos para crear millones de puestos de trabajo y financiar la reforma del sistema de salud (que fue un fracaso).



Su veto a una ley aprobada por los congresistas que establecía considerables rebajas fiscales es la mejor manera de demostrar lo que sufrió el pueblo para que él tuviera la fama de acabar con el déficit.



La Seguridad Social y Bill Clinton



Clinton es un gran defensor de los recortes a la Seguridad Social, eso está comprobado, pero muy poco se ha dicho al respecto, y el que no busca la información escondida no lo sabrá, si no lo vivió y lo sufrió como mi familia y yo.



En la conferencia de déficit que patrocinó un banquero de inversiones de Wall Street, en el 2010, Clinton se jactó de que él había querido cortar la Seguridad Social, pero los líderes del Congreso de ambos partidos lo bloquearon. Los cortes que quería era reducir las prestaciones en aproximadamente un 1 por ciento al año. Esto significa que los jubilados en sus 70s, 80s o 90s, estarían recibiendo casi el 15 por ciento menos en beneficios del Seguro Social hoy en día, si el presidente Clinton hubiera salido con la suya. Esto salió publicado en el New York Time y está registrado en el Center for Economic and Policy Research.



CNN Politics también publicó en 1999 el discurso de 77 minutos que Bill Clinton dio sobre su séptimo estado de la Unión ante el Congreso, manifestando entre otras cosas que el estado de nuestra unión era fuerte, y señaló que Estados Unidos “está disfrutando de la expansión más larga en tiempo de paz económica de nuestra historia, con casi 18 millones de nuevos puestos de trabajo, los salarios aumentados a más del doble de la tasa de inflación, el costo de la propiedad más alta en la historia, y el menor gasto en ayuda social en 30 años, con la tasa de desempleo más bajo en tiempos de paz desde 1957”. Clinton señaló que por primera vez en tres décadas, el presupuesto estaba equilibrado, pero lo más honesto fue haber reconocido que había tenido el menor gasto en ayuda social, y eso que dicen que los del Partido Demócrata trabajan para los pobres.



Lo que no entendí fue cómo en ese discurso se mostró preocupado sobre el futuro a largo plazo del Seguro Social, porque ya le había hecho mucho daño. Durante su administración tres grupos nacionales se habían encargado para revisar las opciones de reforma de seguridad social: la Comisión bipartidista sobre el derecho y la reforma fiscal (1993-1995), el Consejo Consultivo 1994-1996 de la Seguridad Social; y la Comisión Nacional sobre la política de jubilación de 1997-98. Pero muy poco se hizo porque el presidente estaba en medio de la destitución de los cargos de perjurio y obstrucción a la justicia derivada de una relación amorosa con el ex becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky (fue el segundo presidente en la historia en ser sometido a juicio político).



Por lo que el tema de Seguridad Social y lo que se afectó durante la administración de Clinton es muy largo para un artículo como este.



La inseguridad nacional en aumento durante la administración de Bill Clinton


Lo más terrible en la era Clinton fue la desprotección de los estadounidenses por bajar el presupuesto a la defensa nacional, desde el 4,1% al 2,9%, eso nos trajo los atentados contra las Torres Gemelas de NY, el 26 de febrero de 1993 (6 víctimas en territorio norteamericano), los atentados contra centros militares en noviembre de 1995 (en Riad, capital de Arabia Saudita, causando siete muertos) y el 13 de junio de 1996 (en Dhahrán, causando 19 muertos y 446 heridos), y las bombas del 7 de agosto de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en las capitales africanas de Nairobi y Dar es Salam (Kenya y Tanzania), que causaron 224 muertos (incluidos una docena de norteamericanos), y el atentado del 12 de octubre de 2000,  contra el destructor 'USS Cole' en el puerto yemení de Adén, matando a 17 marineros y 36 resultaron heridos, todos obras del multimillonario terrorista saudí Osama bin Laden, y su grupo Al Qaeda, que al no perseguirlo el gobierno de Bill Clinton como se debe por falta de $$$, se encargó del atentado más siniestro de la historia de esta gran nación el del 11 de septiembre de 2001, que es el único que parece recuerda la mayoría en el mundo.



Todo esto sin contar que el 19 de abril de 1995, Timothy Mc Veigh, un ex soldado de 29 años de edad, colocó una bomba en un edificio federal de la ciudad de Oklahoma y mató a 168 personas.



Otra vergüenza que recae en la administración de Bill Clinton fue ver como permitió que se fulminaran desde el aire dos avionetas de Hermanos al Rescate con sus 4 tripulantes que brindaban ayuda humanitaria a los balseros que huían del régimen totalitario de los Castro, y por si fuera poco también permitió desde La Habana que el genocida en jefe Fidel Castro manipulara la política inmigratoria de esta gran nación, y qué decir de la manera que se dejó obligar a secuestrar al pequeño niño Elián de casa de sus tíos en Miami, para entregárselo como trofeo al tirano, que hasta le implantó una escuelita de adoctrinamiento en Washington, entre otras muchas irregularidades.

Todo esto perjudicó grandemente al vice presidente Al Gore en sus aspiraciones para conquistar la presidencia de la nación, que cuando estaba en campaña le pidió a Clinton que se alejara, que su presencia no le era conveniente.



El superávit a costa del sufrimiento del pueblo



El superávit no es el que hace grande a las naciones, por ejemplo el Irak de Sadam Husein tuvo un superávit gracias a la venta de petróleo y a la austeridad con que se mantenía a su pueblo. Más cerca aún, en enero de este 2012 en Argentina se anunció un superávit de 971 millones de dólares, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), pero pregúntele a los argentinos si están mejores este año que hace 4 u 8 años atrás, y ya sabemos de sobra lo que sufrieron los iraquíes con el superávit de Husein.



Así que el tan mencionado “superávit” no es lo que hizo mejor al gobierno de Clinton en sus ocho años de administración, lo más importante que debemos reconocer fue que la economía de Estados Unidos registró un crecimiento acumulado del 28,7%, una tasa anual media del 3,6% y una tasa anual mínima del 2% (en 1995). La inflación media anual fue del 2,7%, con el índice más bajo desde 1965, pero muy especialmente el desempleo cayó del 6,3% en 1993 al 4% en 2000, porque se crearon más de 20 millones de puestos de trabajo, según reportó http://www.cidob.org, que en el discurso de Clinton de finales de 1999 dijo que era casi 18 millones (como nota extra agregamos que el promedio del índice de desempleo fue un total de 5.21% con Clinton; un 5.27% con Bush, y con Obama en casi 4 años de gobierno ha llegado a 9.36%).



Eso sí, sus recortes a la educación perjudicaron grandemente, pero se mantuvieron estables con el 5,4%, que es una cifra mala si se tiene en cuenta el aumento del costo de la vida, lo mismo el nivel de pobreza que pasó a 12,7% del 15,1% que había en 1992, cifra que no muestra la cantidad de personas que se le negó o se le rebajó la ayuda como a los de la tercera edad y a los incapacitados, lo que trajo un agravamiento de las desigualdades sociales, y el endeudamiento del americano medio.



Pero si bien se habla de un “superávit” no se menciona que en ese 1999 tuvo un saldo negativo de la balanza comercial, que alcanzó niveles récord. El déficit en las transacciones corrientes marcó el 3,7% del PIB, esto es, 364.000 millones de dólares.



Hay que recordar que en el 2000, la inflación comenzó a subir, y si en el tercer trimestre del año la economía creció un 2,4%, en el cuarto trimestre sólo creció el 1,1%, que se interpretó como una deceleración pasajera o el principio de una recesión, que bien puede decirse que fueron los primeros truenos de la tormenta que vino después, que como George W. Bush no se parece a Obama, no le echó la culpa a Clinton de la recesión que le tocó en su mandato.



Reconocemos que Bill Clinton era muy hábil para entrar en negociaciones con todos los partidos y todas las tendencias, que muy a pesar de sus relaciones extramaritales no dejó de trabajar ni se la pasaba en campaña política, ni culpando a otros de sus problemas o errores, su experiencia como gobernador lo ayudó mucho, también contó en su gabinete con un personal muy capacitado de ambos partidos, todo esto unido contribuyó a muchos de los éxitos que se le atribuyen en la nación, aunque en política exterior fue un tremendo fracaso.



Sin importarle a quien no lo sufrió, es cierto que Bill Clinton mejoró notablemente el Déficit Federal, y que durante la administración de George W. Bush por 8 años subió el déficit a $45.9 billones (recortes de impuestos y ayuda a los más necesitados, además de subir los gastos en defensa para protegernos de los terroristas hacen la diferencia); pero que en sólo menos de cuatro años Barack H. Obama lo triplicó, aumentando la pobreza y el desempleo, y ahora en el 2012 tenemos un déficit de $1.2 trillones. ¿Quieren seguir culpando a la administración saliente? Si es así, Bill Clinton tiene toda la culpa de la recesión que le inició a George W. Bush y del ataque que recibimos el 11 de septiembre de 2001, etc., etc.





Fuentes (imparciales) consultadas:

1.- Oficina de Presupuesto del Congreso, "Datos históricos del presupuesto", sin fecha, consultado el 06 de septiembre 2010.



2.- Center for Economic and Policy Research.



3.- Documento anual denominado "Informe Financiero del Gobierno de los EE.UU." ("Financial Report of the U.S. Government").









6.- Archivo personal de la autora.





Publicado hasta el momento en el blog de Lázaro R. González Mino; y en el blog de Xiomara J. Pagés.



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